La actualización de nuestras vidas en tiempo real nos convirtió en productorxs permanentes de información. Somos bases de carga y descarga continua de datos y algoritmos que almacenan subjetividades y modelan preferencias. La búsqueda vertiginosa y obsesiva de lo particular, de ser especial, original, de construir una individualidad lo más apartada posible del colectivo es una marca generacional que termina reproduciendo identidades normativas de modo serializado.
“La proliferación de lo igual se hace pasar por crecimiento. Pero a partir de un determinado momento, la producción ya no es productiva, sino destructiva; la información ya no es informativa, sino deformadora; la comunicación ya no es comunicativa, sino meramente acumulativa.”
Byung -Chul Han
¿Por qué buscamos desesperadamente ser individuos en un mundo que nos exige repetir los mismos comportamientos como única vía para existir? ¿Qué determina nuestra existencia? ¿Cómo resistir al avance de la gubernamentabilidad algorítmica?