La crítica institucional es una línea conceptual que opera un señalamiento hacia los discursos instituidos por el canon. El término crítica suele generar cierta interpretación negativa, aunque la tarea en cuestión no radica en puntuar aspectos desfavorables sobre el objeto de estudio sino en principiar un espacio de reflexión y desnaturalización ante los relatos instituyentes. En este sentido, los discursos críticos no son más que un sistema de conceptos afirmativos que subvierten el valor de la mirada y propician un ejercicio de escrutinio sobre las dinámicas de subjetivación y comportamientos cristalizados. Es la forma a través de la cual podemos volver a ver con otros ojos.
Las piezas de la nueva exhibición de la artista Lux Valladolid se sitúan dentro de este eje, aunque bien se observa la presencia de estas discusiones en sus obras anteriores. Esta sala es el retrato espacializado de algunos seres atrapados en la economía apática de los valores online*.* El elogio del sin sentido existencial se revela en las imágenes que subvierten el velo para confesar las conmociones genuinas. Estos seres han extraviado la gestualidad impostada para desintegrarse intencionalmente en el trauma.
Sus expresiones no se ubican en el estadio máximo de un gesto artificial, al límite de lo paródico, sino en el crepúsculo de sus sombras sinceradas. Es el ocaso del ser desposeído de su semblante opresor, refugiado en el salón espectral de la experiencia existencial. Este escenario supone el hábitat que los reúne: el backroom* desde el cual nos observan íntimamente, desde la sala número 48 de un corredor accesible para cualquiera.
Texto de Malena Souto Arena para la exhibición Nivel 48
*El backroom o la sala detrás de es una historia de horror que circula en internet y se expande a través de los propios usuarios. Se trata de un espacio paralelo al cotidiano al que se accede accidentalmente. Una vez allí, la salida es inviable: sólo queda entregarse al extravío signado por el destino. Existen distintos niveles donde habitan entidades, aparentemente las almas ex humanas atrapadas, en estado de evolución o involución hacia criaturas fisiológicamente misteriosas. El backroom se inscribe dentro del género denominado creepypasta, el cual alude a la práctica del copypasta - termino resignificado por los usuarios para referirse al gesto apropiacionista del copypaste: el contenido viral intervenido ilimitadamente en la net.